jueves, 8 de octubre de 2009

MUERE LA VOZ DE LOS SILENCIADOS (Publicado en el charal, periódico regional de la ribera de Chapala)

Muere la voz de los silenciados
María del Refugio Reynozo Medina
cmetzeri@hotmail.com

La madrugada del pasado 4 de octubre, en Argentina, dio su último adiós la “negra sosa” como cariñosamente le llamaban algunos. Mercedes Sosa, entregó toda una vida al canto anónimo de los pueblos, a la protesta, a la justicia.
Con una voz entrañable, era capaz de crear estilos diversos y acompañarse por variedad de sonidos; su voz misma era un mundo de sonidos, el del viento, de la lluvia, el melodioso canto de un cenzontle, el atardecer en un pequeño pueblo. Cantó esperanza para los desesperanzados y justicia para los olvidados de la historia.
Mercedes Sosa nació en San Miguel de Tucumán, una de las cantantes argentinas más reconocidas en América Latina y Europa, considerada “La voz de América latina”; aunque su música tiene sus orígenes en el folclor Argentino, incursionó en diversos géneros y con su voz recorrió el mundo.
Sus canciones son escenario para una mujer como María, que es un sol, que ríe cuando debe llorar; es su música el espacio para recordar a Alfonsina y el mar que se la llevó, para recordar también la hermandad entre los nacidos en América, para conocer a aquel negrito que duerme mientras su mamá trabaja duramente, para traer a la memoria a aquella cigarra que después de muerta siguió cantando, para pedirle a dios que el dolor no nos sea indiferente; para saber que si se calla el cantor calla la vida.
Sosa entretejió su voz con la magia de la poesía y el amor por las causas del pueblo, llevó en sus canciones a personajes inesperados, anónimos.
Gracias a la vida, que me ha dado tanto, dice Mercedes, y con ese par de luceros miró a los personajes cotidianos, a las cosas sencillas como una calle regada y barrida, un grillo, un cielo estrellado; con sus oídos escuchó las voces de las mujeres, de los niños, de los obreros, y con su voz sembró poesía hecha canción.

lunes, 5 de octubre de 2009

QUIEN VIVE EN POESÍA JAMÁS MORIRÁ


Quien vive en poesía, jamás morirá
María del Refugio Reynozo Medina
cmetzeri@hotmail.com
Hay quienes dicen que mientras las personas se conserven en la memoria de los pueblos, no morirán; más también no morirán quienes viven en poesía, porque su vida misma es una poesía, de amor a la vida, a las cosas sencillas como el murmullo del viento, la sonrisa de un niño, los matices del atardecer. Esa, fue la vida del Médico Veterinario y escritor Juan Manuel Cuevas Franco, una verdadera poesía dedicada a los demás. El 14 de septiembre de 2008 Juan Manuel, conocido por todos sus amigos como Camuca fué asesinado de manera brutal por un grupo de tres sujetos originarios de San Cristóbal Zapotitlán, con el fin de robarle sus pertenencias, incluida su camioneta.
CAMUCA, resulta un personaje importante para la vida del pueblo, benefactor, creador, generoso y con profundo amor por la comunidad, hizo importantes aportaciones en diversos proyectos económicos y culturales. Su presencia sigue entre los que lo conocieron como lo dice él mismo en su poesía “Viajero”; -…Mi vida es moverme, conocer un lugar y otro y otro, considérenme de todas partes porque como el café, aromo siempre el lugar en el que estoy…
A un año del lamentable suceso la sociedad sigue preguntándose en dónde están los responsables, dónde está simple y sencillamente la justicia.
Mañana domingo 13 de septiembre a las 13:00 hrs., la biblioteca Magdalena Sofía de San Cristóbal será el escenario para llevar a cabo un evento literario, lectura en voz alta de la poesía escrita por Juan Manuel, y que publicó en la región de los Altos de Jalisco.
Además se exhibirá una selección de imágenes de su autoría, producto de una más de sus facetas artísticas; ser fotógrafo.
Quien vive en poesía, jamás morirá, pues Juan Manuel Cuevas Franco sigue aquí en el mensaje de su profunda obra literaria llena de matices y ritmos. Poética y pícara al mismo tiempo caracterizada por una narrativa lúcida excepcional.